El concepto de la "mejora continua" está inserto dentro de la gestión diaria de operaciones y, a diferencia de la técnica de rediseño, no requiere de la formulación de un proyecto. El ciclo de la implementación de la mejora queda en manos de los responsables del negocio y no consume recursos adicionales a los propios. Algunos de estos conceptos de mejora continua se conocen bajo los nombres de Six Sigma, Kaizen, Total Quality y otros, pero también podemos sumar a estas técnicas el sólo monitorear el rendimiento de los procesos a través de indicadores de ciclo.
La mejora continua consiste en llevar a cabo pequeños cambios en los sistemas productivos o en los circuitos de administración/ organización, con el objetivo de lograr aumentos paulatinos de calidad en la organización.
El concepto de mejora continua está limitado a cambios pequeños como reglas de negocio, procedimientos locales, redistribución del volumen de trabajo, simplificación de formularios, etc. Si los cambios propuestos por la mejora continua impactan sobre la estructura de los procesos, traspasan los límites de responsabilidad del área, impactan sobre la tecnología, o bien requieren de recursos adicionales, y la propuesta de mejora pasa a un proyecto de rediseño.
De igual forma si un proyecto de rediseño pone en duda la estructura de responsabilidades o traspasa las fronteras de un área de negocio, pasa a ser un proyecto de reingeniería.
Muchas veces se confunden los conceptos de "reingeniería" y "rediseño", se emplean como sinónimos, pero no lo son. El rediseño de procesos, no es tan radical como la reingeniería; puede, por ejemplo, aplicarse a una parte del proceso de negocio y tiene como objetivo mejorar el grado de competitividad a través de técnicas de optimización de procesos. El mayor impacto de un rediseño se tiene si el análisis comienza con los eventos generados por los clientes y los resultados que llegan a ellos, por ejemplo, solicitudes, pedidos, pagos, reclamos, etc.
La reingeniería se trata de fijar secuencias nuevas en procesos y/o procedimientos administrativos y operativos. Es un análisis que lleva a un rediseño radical de las finanzas de la empresa, y porque no también de la concepción del negocio de la misma, para alcanzar importantes mejoras en costos, calidad, servicio entre otras.
Debe establecer prioridades y metas, desarrollar la visión y objetivos de la empresa. Para eso tiene identificar los procesos que se deban volver a ser diseñados, entenderlos, medirlos, reunirse con las personas involucradas y diseñar un prototipo del proceso.
Podemos hablar de tres tipos principales de reingeniería de procesos que pueden ser implementados por una organización: